TITULO ORIGINAL: La Passion de Jeanne d’Arc (Criterion Collection)
AÑO: 1928
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Carl Theodor Dreyer
REPARTO: Renée Jeanne Falconetti, Eugene Silvain, Maurice Schutz, Michel Simon, Antonin Artaud, André Berley
SINOPSIS: El 23 de mayo de 1430 Juana de Arco cayó en manos del Duque de Borgoña. Vendida a los ingleses y arrastrada hasta Rouen (capital de las posesiones inglesas en Francia) fue llevada ante un tribunal eclesiástico. Lord Warwick, el gobernador de la ciudad, escogió a los jurados entre los aliados del Rey de Inglaterra, con el fin de obtener por todos los medios la condena a muerte de Juana y hacerla quemar en la plaza pública.
El director se esforzó desde el principio por obtener absoluta autenticidad. El transcurso de la acción y los textos para los títulos intermedios los tomó de las actas del proceso. Los decorados los hizo construir según el modelo de antiguas miniaturas, no en un estudio cinematográfico sino en campo abierto, fijándose que fueran lo suficientemente sólidos para garantizarle a los actores completa libertad de movimiento. Y practicó una clase muy especial de realismo en la elección de los actores: los escogió en razón de que sus rostros eran semejantes a los personajes que debían interpretar. Pero Dreyer no puso este realismo al servicio de una crónica antigua. Más bien le dio la base segura para que hiciera patente el trasfondo espiritual del proceso, la fe que vive en el hombre y por el hombre. Por esa razón, impresionantes primeros planos fueron su medio estilístico, preponderante en esta película. Dreyer mismo decía: Nada es comparable al rostro humano. Es una tierra que uno nunca se cansa de explorar. Y en esta tierra hizo descubrimientos insospechados. En sus primeros planos se revela el carácter de los personajes que actúan, se ven sus reacciones, se captan sus pensamientos.
La película de Carl Theodor Dreyer es considerada uno de los puntos culminantes de la creación cinematográfica. El director danés quería una nueva realidad creada con los nuevos medios del cine. Se trataba de captar la existencia humana a partir de situaciones básicas, independientes de todo trasfondo. Esta Juana no es una mujer heroica sino una sufriente, la mártir. No es la luchadora por el Rey de Francia sino la derrotada y su lucha mayor es contra el tentador. A éste, el demonio, lo presenta Dreyer en la figura de los jueces. El alma de los personajes se le entrega a la cámara, hasta el punto de que puede decirse que la película es un documental sobre el alma.
AUDIO: Dolby Digital 2.0: Silente
SUBTITULOS: Español